Comentando la definición de Día Cero, estoy de acuerdo en que cuando el proyecto toma un rumbo drástico no es en los primeros días, ni siquiera hemos de buscarlo rigurosamente, el día Cero es el surgimiento de la idea que definirá la estructura del proyecto.
En mi caso, anduve bastante perdido durante las primeras semanas, irritado conmigo mismo por no encontrar el camino, una idea que me hiciera disfrutar del proyecto, de seguir adelante. Sin embargo, aunque podría enumerar bastantes Días Cero creo que el más trascendental ocurrió el día de "salir a la deriva" (por cierto, expresión que la clase ha introducido a su vocabulario habitual), como decía, el día de salir a la deriva, anduve con algunas ideas, quizá más desechables y poco productivas y al llegar a casa encontré aquel despropósito frente al contenedor.
En cuanto a los diferentes tipos de días considero que "mi proyecto" ya posee muchos días Cero de distinto orden, aunque ya he comentado los que me parecen realmente más importantes.
A continuación, reflexionaré sobre la variación de los distintos días Cero.
Empezando por el Día Cero Programático, creo que prácticamente todos hemos sufrido ese día. Todos los compañeros nos hemos preguntado cosas y hemos pedido consejo, ya haya sido por amigos, compañeros o familiares, y de esta manera hemos ido modificando y construyendo el proyecto. Creo que en cuanto a mi contenedor interactivo (llamemosle C.I.), han sido muchas las preguntas y ayudas, lo que al principio parece un tanto tontería "¿por qué no le pones ruedas?", incluso sarcasmo "Claro, lo pintamos de colorines y le ponemos dos canastas para que los niños pequeñitos jueguen mientras reciclan". Todos estos factores han sido clave en el desarrollo de mi C.I.
Hablando un poco del texto de Georges Perec, sinceramente me parece realmente interesante algunas cosas que comenta, como muy a nuestro pesar es la realidad de nuestros días. No nos damos cuenta de las cosas de nuestra rutina, hasta que ocurre algo importante, no apreciamos lo que tenemos, las noticias nos hablan de las tragedias y desastres, pero no de lo cotidiano. Es un texto que hace pensar, y al que no puedo dejar de buscar igualdades con aquel ejercicio del "Día a la deriva", cuando se nos propuso fijarnos en aquellas cosas que no nos fijamos normalmente, "desenmascarando la cotidianidad".
Días Cero Tecnológicos, también puedo decir que los he disfrutado, pues la construcción del C.I. , me proporcionó conocimientos de los que antes no poseía. La ayuda de mi padre ha sido fundamental y digamos que he adquirido un poco de de sabiduría en cuanto a todo ese trabajo de "bricolaje". Asimismo también podría relacionar la construcción del contenedor de pilas con un Día Cero Tecnológico.
El Día Cero Gestión o Institución tampoco pasa inadvertido en mi fase de aprendizaje, creo que aunque es un día Cero sin demasiada relevancia en mi proyecto, con ejercicios como por ejemplo el del mapa nos hemos obligado a preguntarnos ciertas cosas, como a quién iría dirigido el proyecto. Además, el hecho de "buscar" un cliente, de "dirigir el proyecto a un grupo de personas" ha sido una cuestión sobre la que se ha hecho incidencia durante el curso. También me ha resultado interesante la charla de Juan Freire sobre los espacios públicos, su desuso, su relación con Internet... en definitiva el debate de lo común y lo no común.
El Día Cero Inquieto, creo que en cierto modo, también lo he experimentado. La necesidad, aunque el trabajo vaya bien, de buscar, o mejor dicho, de encontrar una situación, para mejorar el proyecto, pensar las cosas desde otra perspectiva... Creo que el Día Cero Inquieto también es un día ( varios más bien ) importantes en el desarrollo de un proyecto. Considero de especial interés el texto "Elogio del afuera" de Manuel Delgado, el menester de salir en busca de alguna ocurrencia, tanto en un proyecto como en la vida misma, lo cual me recuerda el título de una novela que estoy releyendo ("Niebla") de Miguel de Unamuno, cuya historia y su desarrollo comienza con "salir a la deriva".
Día Cero Profundo, la reflexión sobre un Día Cero Profundo también es realmente interesante. En cuanto a mi proyecto, creo que se trata de uno de los días más importantes, pues el ciclo del reciclaje el extenso y a partir de unas ideas he llegado a otras. Como comentamos un día en clase "es un no parar" y "hay que seguir, seguir buscando salida", el hilo de un proyecto es trascendental. E incidiendo en algunos factores, uno se va involucrando en algo más concreto desde una primera perspectiva global.
Por último, el Día Cero Trabajo o Bricoleur hace hincapié en mi proyecto en los días de trabajo de construcción del C.I. Con una idea, pero no demasiado firme del resultado final, se trabajó en la construcción del C.I. sin, como he dicho, un final estrictamente previsto. Por el ánimo del "Bricoleur" y el entretenimiento que este supuso.
El objetivo de este ejercicio era escoger solamente un día, aunque la verdad es que muchos de los "caminos", incluso relacionados, me parecen interesantes para el posterior propósito del proyecto.
Desde un principio, con el tema del reciclaje, mi proyecto tenía un rumbo directo a expresar la importancia del reciclaje, su trascendencia. Como alimentar la conciencia de la gente con esa importancia, cómo divagar por ese sentimiento de cuidar y mantener el mayor hogar del que gozamos, que es el planeta. Concretamente, la finalidad es esa, concienciar nuestras consternadas mentes y proponer una forma de reciclar diferente, incluso divertida.
A pesar de, como he dicho, que muchos días me parecen importantes, creo que si tuviera que elegir un día Cero para dar un vuelco al proyecto y seguir por ese camino, elegiría el Día Cero Programático o el Día Cero Profundo. Sufrir las acometidas y las críticas dirigiendo el proyecto a nuevo puerto, así como profundizar en la amplia carta de posibilidades que el reciclaje puede proporcionarme.
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